La generación cassette
Hace un rato YouTube me sugirió un vídeo que no sé cómo nunca antes había llegado hasta mí: Jarvis Cocker entrevistando a Paul McCartney en LIPA, el Liverpool Institute for Performing Arts, adonde fue el beatle desde los 11 años. Dura hora y pico y aún no la he visto entera. Tuve que parar porque me provocó una pequeña iluminación.
En un momento, Jarvis le pregunta a Paul cómo escucha música ahora. Paul es cruel y se señala las orejas y Jarvis se revuelve en una risita nerviosa. «Ya, sí, a lo que me refiero…». Y habla de todas las plataformas que hay ahora y de cómo él de pequeño tenía que grabar las canciones de la radio.
Como hacía también yo, pensé.
Me sentí de pronto rara pensando en ese vínculo directo con Jarvis, en cómo los dos, como tantísima otra gente, pasamos horas pegados a la radio pulsando Rec de vez en cuando y odiando a los locutores que, sabemos que a propósito, hablaban por encima de la canción. Me pareció bonito y raro ese recuerdo compartido de infancia y adolescencia, sobre todo porque Jarvis tiene 21 años más que yo. ¿Durante cuántas décadas nos dedicamos a grabar cassettes con canciones de la radio?
(El método que explica Jarvis es más rudimentario, tenía la radio por un lado y la grabadora por el otro. Lo de un radiocasete o minicadena que lo hacía todo es ya la tecnología punta con la que crecí yo en los 90. Pero el concepto es el mismo).
No me voy a poner a investigar ahora cuándo se empezó a poder grabar canciones de la radio de forma más o menos fácil. Paul McCartney, que tiene a su vez 21 años más que Jarvis, no lo hacía (cuenta en la entrevista que tenían un amigo que tenía una grabadora, que era un bicho enorme y a veces se la dejaba para grabar un par de canciones pero que la usaban sobre todo para hacer bromas telefónicas). Es más fácil decir cuándo dejamos de hacerlo: cuando nos pudimos bajar esas canciones de internet de forma más o menos rápida.
Intento pensar en mis últimas cintas. Creo que la última, que hace unos diez años que no escucho, es una en la que están Jonathan David de Belle and Sebastian, Eighties Fan y Anti-Western de Camera Obscura y There Goes The Fear de Doves. Es decir, alrededor del año 2002. Todas de Disco Grande o Siglo XXI, en Radio 3. Aunque también tengo cintas de cuando escuchaba Los 40 llenas de amor britpopero.
En 2002 nació Emule, y Napster y Soulseek llevaban ya un par de años. La velocidad de conexión iba poco a poco mejorando, y a lo mejor en una noche te descargabas un disco. O tenías al típico amigo pirata casi profesional que tenía el disco duro y miles de CD y DVD llenos de mp3. Dejamos de pulsar Rec.
Esa generación pirata duró mucho menos que la generación cassette porque la tecnología va más rápido. Spotify, iTunes o, para los que no quieren pagar, YouTube. (Creo, que alguien con adolescentes en su vida me diga cómo escuchan y consiguen música ahora).
Está muy bien la tecnología y sé que a veces romantizamos el pasado por encima de nuestras posibilidades, pero me alegro un montón de haber nacido cuando nací y poder tener ese vínculo directo con Jarvis (y puede que con algunos millones de personas más, pero permitidme que me flipe un poco). Creo que haberse pasado muchas canciones enteras mirando cómo giraba la cinta y con el dedo preparado para pulsar stop en cuanto el inoportuno locutor empezase a hablar une mucho.