Desde una cafetería porque soy freelance
Tras un rato pensando en a qué dedicar esta primera entrada, un rato en el que me planteé cosas como qué sentido tiene un blog a estas alturas del siglo, decidí bajar a Sifón, una de las cafeterías que tengo al lado de casa y que me resulta muy cómoda para trabajar. Al fin y al cabo, como periodista freelance o autónoma (o sin contrato) que soy, se supone que es lo que debo hacer. Trabajar desde un sitio en el que me den café. (Aunque me estoy tomando un zumo de naranja porque soy un fraude).
Antes de bajar, mientras me debatía sobre mis siguientes movimientos y los comentaba por Whatsapp porque así es como funciona el mundo ahora, Meri me dijo que qué raro oír hablar de un blog en pleno 2019. Raquel aclaró que simplemente me había expresado mal: es web personal para marca personal. Ya noto cómo voy a ir poco a poco autoboicoteándome por aquí por no saber pensar en mi marca personal, cuando de pronto os cuente cosas como que esta mañana me desperté cantando «loca, loca, loca» y me di cuenta con horror de que era la canción de Carlos Right para Eurovisión. Luego que si mucho Belle and Sebastian y mucho Better Oblivion Community Center (¡son Conor Oberst y Phoebe Bridgers!), pero mi mente decide quedarse con una canción que hace ya más de una semana que no escucha y que preferiría no tener que volver a escuchar nunca.
En fin. Mi plan es contaros cosas. Hacer un poco de autobombo, pero moderado. Ofreceros una ventana al mundo del periodismo freelance en 2019 (leer con voz intensa que no puede acabar la frase sin reírse). Intentar rehacer mi reputación y mi imagen después de haberos contado lo de la vaina loca, loca, loca.
Bienvenidas y os. Espero de verdad volver por aquí antes de un año (¡de un mes incluso!).